Evaluación

Evaluación Integral de la Práctica Clínica Integrada Supervisada

Los sistemas educativos en general, tienen poco arraigada la cultura de la evaluación. Ésta todavía se ve como una amenaza externa, y no como una oportunidad de conocer sus falencias formativas para así poder corregirlas.

La evaluación no solo debe permitir la valoración del cumplimiento de determinados desempeños sino también, ser utilizada como una herramienta que permita procesos de aprendizajes continuos.

Cualquier método de evaluación debe reunir una serie de requisitos básicos para poder ser usados: validez, fiabilidad, aceptabilidad, factibilidad; pero por sobre todo, debe asemejarse a la práctica real, permitiendo predecir lo más fielmente posible, el futuro comportamiento profesional de la persona que se evalúa.

Evaluar solo los conocimientos no permite prever el desempeño profesional futuro, es por ello necesario evaluar otras dimensiones de la competencias, como habilidades, actitudes, comunicación.

En 1990, Miller estructuró los principales niveles en que se dividía la evaluación de la competencia profesional, en forma de pirámide.

En la base se sitúan los conocimientos, es decir, todo aquello que el profesional sabe: «aquello que conoce porque es capaz de recordar». Hasta la actualidad, la mayor parte de métodos evaluativos se situaban a este nivel, considerándose incompletos, ya que la practica de la medicina es algo mas que estar bien informado.

El segundo nivel corresponde al saber cómo utilizar e integrar los conocimientos, aptitudes, actitudes y buen juicio para elaborar un plan de acción y desempeñar de forma eficaz su práctica clínica.

El tercer escalón corresponde a demostrar como, desempeño con pacientes o situaciones parecidas a la realidad.

El vértice corresponde a la practica real, el hacer, evaluando lo que el profesional realiza con sus propios pacientes y en situaciones del todo reales. Esta sera la forma ideal de evaluar la competencia clínica pero también es la mas difícil.

En este marco, la propuesta de evaluación durante el año de PCIS, tiene como objetivo, controlar la marcha del proceso de aprendizaje de los alumnos y comprobar la adquisición de competencias profesionales definidas según el perfil del egresado, utilizando instrumentos adecuados a tal fin.

El proceso de evaluación estara a cargo de los docentes del Área de Enseñanza Practica.

Metodología de la Evaluación

Se realiza al finalizar el año de practica final. Esta orientada a cotejar el alcance de las competencias que exige el perfil del egresado de la Carrera de Medicina.

Al concluir el cursado de la PCIS, el alumno estara en condiciones de obtener su titulo de Médico y por lo tanto obtiene la habilitación que le permite obtener la matricula profesional, pudiendo ejercer la profesión en cualquier lugar del país.

La Evaluación Final del estudiante, en este momento, corresponde a la habilitación profesional y, por ende, al manejo de la salud-enfermedad de los ciudadanos y de la comunidad en general. Por ser este acto de trascendencia fundamental, por la responsabilidad que ello implica para la Universidad Nacional de Córdoba, a través de laé Facultad de Ciencias Médicas debe ser considerada esta circunstancia evaluadora como de suma importancia y de enorme responsabilidad.

A tal fin es importante la metodología del examen o sistema de evaluación, la constitución del Tribunal y la participación de una evaluación externa que acredite la calidad del producto. Teniendo en cuenta lo anterior se propone:

a)é Al finalizar la segunda etapa o Pasantia Supervisada en Servicio de Salud (Etapa B), donde el cursado es eminentemente practico se realizará una evaluación integradora, por una lado se realizara un examen por competencias y por el otro un examen escrito por resolución de casos clínicos.

b) Por competencias: El alumno se presentará según el área que deba rendir (Gineco- Obstetricia, Cirugía, Pediatría o Clínica Médica) al lugar designado. Alli los docentes mediante una Lista de Cotejo evaluará en los alumnos las posibilidades de lograr las competencias mínimas requeridas para su aprobación. En el caso de no superar el objetivo buscado, deberá recuperar la instancia de evaluación antes de los 15 días de producida la misma.

c) Por resolución de casos clínicos: El alumno deberá responder 60 sub-problemas de resolución de casos clínicos, debiendo aprobar con un 60% del mismo. La instancia recuperatoria es igual que la anterior.

Al finalizar la segunda etapa o Pasantía Supervisada en Servicios de Salud (Período B), se realizará una evaluación integradora en dos instancias:

El ejercicio responsable de la Medicina exige de una constante auto crítica. Esta actitud se aprende al ejercitarse en la valoración de los logros y limitaciones del propio rendimiento. Por esta razón, es necesario incorporar procesos de auto-evaluación de parte de los alumnos.

Al finalizar cada cuatrimestre, el alumno completará su auto-evaluación, analizándola posteriormente con su tutor. Los alumnos, a su vez evaluarán a sus docentes y a su tutor/a al finalizar el cuatrimestre a través de una encuesta anónima pre-diseñada.